En el año 2013, la Asamblea General de la ONU decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, con la clara intención de concienciar a las personas y sobre todo a los gobiernos, acerca de la grave problemática que ha acarreado la expansión de este delito a nivel mundial.
«El problema es la negación, el no reconocimiento de que un problema que existe impide que se pueda trabajar en su solución», nos comenta Ana Álvarez, directora de los Hogares María Luisa.
«El principal objetivo de esta efeméride es concientizar a las personas sobre este grave delito. Así que la mayoría de las actividades se centran en ayudar, proteger y prevenir que la trata de personas siga ocurriendo en los países del mundo. Desde el Hogar María Luisa queremos contribuir hablando del tema para, como sociedad, estemos atentos a este grave delito que abarca tanto a niños como a adultos», dice Ana.
Para lograr esto, muchas organizaciones no gubernamentales brindan charlas y simposios sobre el tema. Por otra parte, se suman a entrevistar víctimas de trata de personas, a fin de brindarles asesoramiento legal y psicológico, para que puedan superar esta horrible vivencia.
Como parte de las organizaciones que brindan asesoramiento se encuentra Missing Children, quienes se encargan de visibilizar a los chicos perdidos.
«Compartí información útil e interesante sobre el Día Mundial contra la Trata de Personas en las redes sociales, utilizando los hashtags #FindelaTrata #EndHumanTrafficking #TratadePersonas», nos pide Ana.
Otra incansable incansable, promotora e ícono por la lucha de los derechos de las infancias en Argentina es la monja Marta Pelloni, quien desde hace 20 años trabaja en la organización no gubernamental Red Infancia Robada, la cual defiende y promueve los derechos de niños y adolescentes. Fue ella la encarga de organizar, el domingo 28 de julio pasado, una marcha federal para reclamar que Loan Peña aparezca con vida.
Cada año se establece un tema o lema que permite analizar el estado de la cuestión. En 2023, el lema del Día Mundial contra la trata de personas es: «Llegar a todas las víctimas de la trata sin dejar a nadie atrás».
Millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por desplazamientos forzados y desigualdades socioeconómicas, quedando vulnerables a las garras de los traficantes de personas. Son aquellos que no tienen un estatus legal seguro, que viven en la pobreza y carecen de acceso a educación, atención médica y empleo digno. Además, aquellos que enfrentan discriminación, violencia y abusos, o provienen de comunidades marginadas, también se encuentran en la mira de estos criminales.
Y mientras el mundo se enfrenta a estas amenazas, la lucha contra la trata parece estar decayendo. Las medidas nacionales, especialmente en países en desarrollo, parecen estar desvaneciéndose. Las tasas de detección se han reducido en un 11% y las condenas han sufrido una reducción del 27% en el año 2020, mostrando una clara desaceleración en la respuesta de la justicia penal.
Pero no todo está perdido, porque aquí hay héroes en la historia. ¡Un 41% de las víctimas logran liberarse de su horrorosa realidad y enfrentar valientemente a sus opresores!
Así que, en esta épica batalla entre la luz y la oscuridad, el mundo debe unirse para enfrentar a los traficantes y proteger a las víctimas.
¿En qué consiste la trata de personas?
La trata de personas es considerada uno de los más graves delitos de violación a los derechos humanos, siendo catalogada un símbolo moderno de esclavitud del siglo XXI, mediante la cual las personas son privadas de su libertad y derechos por parte de terceras personas.
Son sometidas contra su voluntad a situaciones de explotación sexual y laboral, trabajos forzados, servidumbre doméstica, extracción de órganos, mendicidad, entre otras modalidades.
Se estima que aproximadamente el 30% de las víctimas de la trata de personas son niños y el otro 70% son mujeres y niñas. Los primeros en la mayoría de los casos se usan para realizar trabajos forzosos en situaciones precarias, mientras que las mujeres y niñas son explotadas sexualmente desde muy temprana edad.
Esto sin contar aquellos casos relacionados con los comerciantes de órganos del mercado negro, o que se vinculan con otros hechos delictivos como el tráfico de drogas.